Bitácora del
capitán… Fecha estelar 20049
¿Qué es un tontinazi?
Es un término que acuñé el 12 de octubre del
2023 en Twitter (sólo por curiosidad histórica, la primera vez que
lo usé aquí. La primera definición que publiqué aquí)
Es una persona con aire de superioridad, con
conocimientos y posiciones sesgadas, y una estulticia potenciada por su
soberbia. Se caracteriza por siempre condimentar las "lecciones" que
da a sus contrincantes con insultos, que de eso sí sabe con profusión. Juzga
con rapidez, no sólo las ideas y posiciones de sus contrarios, sino también a
las propias personas, a las que le gusta desacreditar. Y rápidamente etiqueta y
denigra a los demás de nazis o genocidas y los acusa de que tergiversan la
verdad en la que él cree.
¿Y por qué es
un tontinazi?
Un nazi o neonazi de
verdad tiene su carácter bien marcado. La gama va desde el disciplinado y frio,
de corte intelectual y hasta algo aristocrático ―por describirlo de algún modo―,
generalmente más mezquino, pero con mayor arte del disimulo y elocuencia, hasta
el fortachón, basto, patotero, impulsivo y menos reflexivo; pero todos con muy «mala
leche». Claramente racista, con violencia semi reprimida, con poca empatía,
con su visión sesgada; no le interesa aumentar sus conocimientos y, cuando se
siente intelectual, generalmente no suele ir mucho más allá del hitlerismo
esotérico y las conspiraciones. Con un odio visceral y traumático; su actuar
discriminatorio en la vida real, va mucho más allá de las redes sociales, por
lo que pronto termina teniendo antecedentes. Marca fija: Discrimina,
menosprecia, tergiversa, insulta y acusa a los demás de ser los agresores.
El
nazi original generalmente pasó vivencias muy duras; los nuevos no
necesariamente, pero pueden estar mentalmente más pirados/desequilibrados; en
ambos casos pueden llegar a ser perversos. Con idolatría a lo hitleriano, el
nazi original era un verdadero creyente de un orgullo germánico, que era su
pilar psicológico y de soberbia; el actual tiene una ambición más globalista,
tanto en los objetivos a alcanzar como en los enemigos, organizándose más bien
en grupos mafiosos, que aspiran a tener algún aire del magnetismo de las
organizaciones nazis originales. Pero, a menos que deban ocultarlo ante la Ley,
les gusta ostentar que son nazis.
También están los nuevos, a los que llamo nazis
light o soft, para mí, los que deberían identificarse
como novonazis (normalmente no los diferencian de los neonazis,
pero éstos serían más como sus peones), de alma menos dura, que no suelen haber
pasado momentos realmente rudos, pero deprimidos y desorientados, se refugian
en los simbolismos, siendo agresivos más que todo en las redes sociales, donde
se desinhiben, pero no asumen responsabilidades; son más de palabrería hasta
que maduran y se concientizan o se consumen en una espiran de depresión que va
acumulando violencia.
Sin olvidar al que he etiquetado de seudonazi,
tan peligroso como un nazi, que posee su misma mala leche, racismo,
rebeldía antisistema; en general, similitudes en estilo y fondos, y algunas de
sus formas, pero no es hitlerista. O sea, un nazi no nazi; o un
mezquino que no necesita invocar a Hitler para verse poseído por su esencia. Generalmente
poseen trastornos de personalidad y narcisismo, y los más mediáticos tienen
algún nivel de genialidad, que les hace atrayentes para desorientados. Para la
mayoría sólo son desquiciados/chalados/sollados/chiflados. Dos ejemplos de
ellos son: Anders Behring Breivik y Timothy James McVeigh.
He
encontrado que Cris Bravo ha acuñado la palabra nazislámico para describir al peligroso radical
musulmán intolerante que quiere someter al mundo a su creencia y leyes. Vamos,
un seudonazi con turbante.
Pero el tontinazi no está ni de
lejos de ser un verdadero nazi ni un seudonazi (ni tiene la
convicción ni el aura maléfica), ni tampoco es un novonazi, aunque, encabezado
con su soberbia, usa sus tácticas para discutir, pero no se autopercibe como un
nazi (y en esencia, no lo es, el gen predominante es el prefijo de la etiqueta).
En fin, que se presenta diciendo idioteces, insultando sin necesidad y acusando
a los demás de nazis (etiqueta que le encanta usar repetidas veces).
También existe el que llamo nazi de
pacotilla, que suele ser una persona bastante prejuiciosa y con poca
empatía, propia de una inmadures psicológica/sentimental, pero que también
puede ser de naturaleza tan mezquina y ruin como un filonazi. Puede o no
sentir simpatía por Hitler y su pensamiento, aunque generalmente lo menciona de
ejemplo; pero no es un verdadero creyente, ni conocedor, pudiendo usar sus
formas y algo de su fondo, sin ser realmente un militante de la causa nazi.
Muchas
veces es zurdo/de izquierda/socialista rancio. Pero destaca por ir encabezado
por un resentimiento que expresa en cualquier tipo de discriminación, generalmente
destacando especialmente su antisemitismo/antijudaísmo (que es su principal
enlace con Hitler), casi siempre de closet, hasta que se siente seguro en un
grupo/manada o situación con ventaja o redes sociales. Por decirlo de alguna
manera, es un nazi-filled, una versión light/soft del seudonazi
o una versión más estúpida del tontinazi.
Dentro de esta categoría entra también el
odiador de vocación anti israelí, que se cree justificado diciendo que él no es
racista/xenófobo ni discriminador, sino que sólo es antisionista, porque está
en contra de los imperios colonizadores y genocidios (una de sus palabras
preferidas), por lo que también es profundamente antiestadounidense. Es un
rotundo negacionista de cualquier acción positiva o que justifique las
posiciones de tales países. Cualquier explicación, sea cual sea, proveniente de
ellos es una patraña, montaje y conspiración, pero se traga completo y sin
vaselina las propagandas musulmanas y rusas, y con gusto, pero se cree un gran
filtrador de noticias falsas. Los hay que ni logran personalmente
rechazar/protestar los actos terroristas y se escudan en que “el mundo ya los
ha rechazado” hasta los que hacen una breve frase de repudio seguido de un
gigante “pero” justificándolos (porque los entiende) con una larga explicación,
así tenga que remitirse hasta Caín, aunque siempre haya un Abel. Típicamente no
usa el mismo criterio ni vara de medir para ambos bandos, e ignoran por
completo casos similares donde no intervienen estos dos países. Y paradójicamente
no es que sea un afectado directo de las acciones de esos países, ni siquiera
semi cercano, por algún familiar.
Tanto el nazi de pacotilla como el tontinazi
no se dan cuenta (parece q realmente la cabeza no les da) del absurdo de que
gritan a los cuatro vientos que defienden
personas/organizaciones/causas/culturas que precisamente proclaman a gritos públicamente
violencia, masacres y genocidios, pero te acusan a ti de nazi y genocida.
Otras
características bastante comunes es que no importa si le exponen una biblioteca
entera, siempre te dirá que no has dado ningún argumento; que no has refutado
los suyos, aunque realmente él no haya planteado ni explicado nada y que lo que
tú dices ya ha sido demostradamente refutado en el hilo de la conversación, así
ni haya sido tocado el tema. Todo esto, adosado con repetir infinitamente una
frase-planteamiento que ya puedes haber cuestionado o refutado, no importa, la
seguirá repitiendo como si nunca la hubieses objetado.
Cris Bravo también acuñó una palabra muy
parecida a la mía para describir a los tontinazi y a los nazis de
pacotilla. Él los llamó nazimbéciles.
Y ya que por querer explicar y diferenciar lo
que es un tontinazi terminé mencionando la diversa gama degenerativa del
ecosistema nazífilo, incluyamos también al filonazi, que suele
ser una persona que admira o siente una especial atracción o simpatía por el
mundo nazi (muchas veces es también un simpatizante pangermano), pero su
nazismo, si es que lo llega a proclamar, no pasa del papel. Su nivel de consciencia,
sensibilidad y empatía hace que en una situación real no actúe según el
carácter y espíritu nazi.
De los filonazis
surge el idealizado nazi bueno, con conciencia humanitaria. Pero
éste termina entrando en conflicto con la rudeza del carácter racista y el
diciplinado pragmatismo valorativo insensible, propio del nazismo, por lo que
al tratar de no excederse termina o enfrentado y purgado por el sistema nazi o
transmutándose a otra ideología cercana, pero que no es nazismo.
Un
régimen nazista moderado, sólo toleraría lo contrario y diferente a él en medio
de nauseas, arcadas, convulsiones y estertores, que más pronto que tarde
terminarían radicalizándose, pues la tolerancia es algo del que tiene en mucha
escasez. Un régimen nazista rebajado con agua, reducido, diluido, aromatizado,
quitándole su carácter racista, totalitario, impulsivo y pragmático insensible,
por encima del humanismo, perdería su alma nazi y ya sería alguna otra cosa.
La última modificación de esta entrada se realizó el 22/02/24