sábado, 14 de octubre de 2023

¿Qué es un tontinazi?

Bitácora del capitán… Fecha estelar 20049

¿Qué es un tontinazi?

   Es un término que acuñé el 12 de octubre del 2023 en Twitter (sólo por curiosidad histórica, la primera vez que lo usé aquí. La primera definición que publiqué aquí)

   Es una persona con aire de superioridad, con conocimientos y posiciones sesgadas, y una estulticia potenciada por su soberbia. Se caracteriza por siempre condimentar las "lecciones" que da a sus contrincantes con insultos, que de eso sí sabe con profusión. Juzga con rapidez, no sólo las ideas y posiciones de sus contrarios, sino también a las propias personas, a las que le gusta desacreditar. Y rápidamente etiqueta y denigra a los demás de nazis o genocidas y los acusa de que tergiversan la verdad en la que él cree.

¿Y por qué es un tontinazi?

   Un nazi o neonazi de verdad tiene su carácter bien marcado. La gama va desde el disciplinado y frio, de corte intelectual y hasta algo aristocrático ―por describirlo de algún modo―, generalmente más mezquino, pero con mayor arte del disimulo y elocuencia, hasta el fortachón, basto, patotero, impulsivo y menos reflexivo; pero todos con muy «mala leche». Claramente racista, con violencia semi reprimida, con poca empatía, con su visión sesgada; no le interesa aumentar sus conocimientos y, cuando se siente intelectual, generalmente no suele ir mucho más allá del hitlerismo esotérico y las conspiraciones. Con un odio visceral y traumático; su actuar discriminatorio en la vida real, va mucho más allá de las redes sociales, por lo que pronto termina teniendo antecedentes. Marca fija: Discrimina, menosprecia, tergiversa, insulta y acusa a los demás de ser los agresores.

   El nazi original generalmente pasó vivencias muy duras; los nuevos no necesariamente, pero pueden estar mentalmente más pirados/desequilibrados; en ambos casos pueden llegar a ser perversos. Con idolatría a lo hitleriano, el nazi original era un verdadero creyente de un orgullo germánico, que era su pilar psicológico y de soberbia; el actual tiene una ambición más globalista, tanto en los objetivos a alcanzar como en los enemigos, organizándose más bien en grupos mafiosos, que aspiran a tener algún aire del magnetismo de las organizaciones nazis originales. Pero, a menos que deban ocultarlo ante la Ley, les gusta ostentar que son nazis.

   También están los nuevos, a los que llamo nazis light o soft, para mí, los que deberían identificarse como novonazis (normalmente no los diferencian de los neonazis, pero éstos serían más como sus peones), de alma menos dura, que no suelen haber pasado momentos realmente rudos, pero deprimidos y desorientados, se refugian en los simbolismos, siendo agresivos más que todo en las redes sociales, donde se desinhiben, pero no asumen responsabilidades; son más de palabrería hasta que maduran y se concientizan o se consumen en una espiran de depresión que va acumulando violencia.

   Sin olvidar al que he etiquetado de seudonazi, tan peligroso como un nazi, que posee su misma mala leche, racismo, rebeldía antisistema; en general, similitudes en estilo y fondos, y algunas de sus formas, pero no es hitlerista. O sea, un nazi no nazi; o un mezquino que no necesita invocar a Hitler para verse poseído por su esencia. Generalmente poseen trastornos de personalidad y narcisismo, y los más mediáticos tienen algún nivel de genialidad, que les hace atrayentes para desorientados. Para la mayoría sólo son desquiciados/chalados/sollados/chiflados. Dos ejemplos de ellos son: Anders Behring Breivik y Timothy James McVeigh.

   He encontrado que Cris Bravo ha acuñado la palabra nazislámico para describir al peligroso radical musulmán intolerante que quiere someter al mundo a su creencia y leyes. Vamos, un seudonazi con turbante.

   Pero el tontinazi no está ni de lejos de ser un verdadero nazi ni un seudonazi (ni tiene la convicción ni el aura maléfica), ni tampoco es un novonazi, aunque, encabezado con su soberbia, usa sus tácticas para discutir, pero no se autopercibe como un nazi (y en esencia, no lo es, el gen predominante es el prefijo de la etiqueta). En fin, que se presenta diciendo idioteces, insultando sin necesidad y acusando a los demás de nazis (etiqueta que le encanta usar repetidas veces).

   También existe el que llamo nazi de pacotilla, que suele ser una persona bastante prejuiciosa y con poca empatía, propia de una inmadures psicológica/sentimental, pero que también puede ser de naturaleza tan mezquina y ruin como un filonazi. Puede o no sentir simpatía por Hitler y su pensamiento, aunque generalmente lo menciona de ejemplo; pero no es un verdadero creyente, ni conocedor, pudiendo usar sus formas y algo de su fondo, sin ser realmente un militante de la causa nazi.

   Muchas veces es zurdo/de izquierda/socialista rancio. Pero destaca por ir encabezado por un resentimiento que expresa en cualquier tipo de discriminación, generalmente destacando especialmente su antisemitismo/antijudaísmo (que es su principal enlace con Hitler), casi siempre de closet, hasta que se siente seguro en un grupo/manada o situación con ventaja o redes sociales. Por decirlo de alguna manera, es un nazi-filled, una versión light/soft del seudonazi o una versión más estúpida del tontinazi.

   Dentro de esta categoría entra también el odiador de vocación anti israelí, que se cree justificado diciendo que él no es racista/xenófobo ni discriminador, sino que sólo es antisionista, porque está en contra de los imperios colonizadores y genocidios (una de sus palabras preferidas), por lo que también es profundamente antiestadounidense. Es un rotundo negacionista de cualquier acción positiva o que justifique las posiciones de tales países. Cualquier explicación, sea cual sea, proveniente de ellos es una patraña, montaje y conspiración, pero se traga completo y sin vaselina las propagandas musulmanas y rusas, y con gusto, pero se cree un gran filtrador de noticias falsas. Los hay que ni logran personalmente rechazar/protestar los actos terroristas y se escudan en que “el mundo ya los ha rechazado” hasta los que hacen una breve frase de repudio seguido de un gigante “pero” justificándolos (porque los entiende) con una larga explicación, así tenga que remitirse hasta Caín, aunque siempre haya un Abel. Típicamente no usa el mismo criterio ni vara de medir para ambos bandos, e ignoran por completo casos similares donde no intervienen estos dos países. Y paradójicamente no es que sea un afectado directo de las acciones de esos países, ni siquiera semi cercano, por algún familiar.

   Tanto el nazi de pacotilla como el tontinazi no se dan cuenta (parece q realmente la cabeza no les da) del absurdo de que gritan a los cuatro vientos que defienden personas/organizaciones/causas/culturas que precisamente proclaman a gritos públicamente violencia, masacres y genocidios, pero te acusan a ti de nazi y genocida.

   Otras características bastante comunes es que no importa si le exponen una biblioteca entera, siempre te dirá que no has dado ningún argumento; que no has refutado los suyos, aunque realmente él no haya planteado ni explicado nada y que lo que tú dices ya ha sido demostradamente refutado en el hilo de la conversación, así ni haya sido tocado el tema. Todo esto, adosado con repetir infinitamente una frase-planteamiento que ya puedes haber cuestionado o refutado, no importa, la seguirá repitiendo como si nunca la hubieses objetado.

   Cris Bravo también acuñó una palabra muy parecida a la mía para describir a los tontinazi y a los nazis de pacotilla. Él los llamó nazimbéciles.

 

   Y ya que por querer explicar y diferenciar lo que es un tontinazi terminé mencionando la diversa gama degenerativa del ecosistema nazífilo, incluyamos también al filonazi, que suele ser una persona que admira o siente una especial atracción o simpatía por el mundo nazi (muchas veces es también un simpatizante pangermano), pero su nazismo, si es que lo llega a proclamar, no pasa del papel. Su nivel de consciencia, sensibilidad y empatía hace que en una situación real no actúe según el carácter y espíritu nazi.

De los filonazis surge el idealizado nazi bueno, con conciencia humanitaria. Pero éste termina entrando en conflicto con la rudeza del carácter racista y el diciplinado pragmatismo valorativo insensible, propio del nazismo, por lo que al tratar de no excederse termina o enfrentado y purgado por el sistema nazi o transmutándose a otra ideología cercana, pero que no es nazismo.

   Un régimen nazista moderado, sólo toleraría lo contrario y diferente a él en medio de nauseas, arcadas, convulsiones y estertores, que más pronto que tarde terminarían radicalizándose, pues la tolerancia es algo del que tiene en mucha escasez. Un régimen nazista rebajado con agua, reducido, diluido, aromatizado, quitándole su carácter racista, totalitario, impulsivo y pragmático insensible, por encima del humanismo, perdería su alma nazi y ya sería alguna otra cosa.

 

La última modificación de esta entrada se realizó el 22/02/24