jueves, 28 de diciembre de 2023

Los caballeros templarios

  Bitácora del capitán ADvK... 

        Fecha estelar 20123.

 Este artículo es una copia del original (que uso como repositorio de respaldo) y comparto por su interesante contenido, consultado el 28/12/2023, de Mark Cartwright (traducido por Rosa Baranda) y publicado el 28/09/2018 en el World History Encyclopedia.

   Si vas a citar el artículo, hazlo de la fuente original.

Fuente: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-16900/los-caballeros-templarios/

Los caballeros templarios

por , traducido por Rosa Baranda
Publicado el 28 septiembre 2018 

Knights Templar (by Unknown Artist, Public Domain)
Caballeros templarios
Unknown Artist (Public Domain)

Los caballeros templarios se establecieron en torno a 1119, y recibieron el reconocimiento papal en 1129. Fue una orden militar católica medieval cuyos miembros combinaban la destreza marcial con la vida monástica y defendían los lugares santos cristianos y a los peregrinos en Oriente Medio y en otros lugares. Los templarios, cuya sede estaba en Jerusalén y después en Acre, fueron una élite importante de los ejércitos cruzados.

Con el tiempo, los caballeros templarios llegarían a ser muy poderosos, llegando a controlar tierras y castillos en Levante y por toda Europa. Acusada de herejía, corrupción y de llevar a cabo prácticas prohibidas, la orden fue atacada por el rey francés Felipe IV(que reinó de 1285 a 1314) el viernes 13 de octubre de 1307 y después fue desmantelada oficialmente por el papa Clemente V (que sirvió de 1305 a 1314) en 1312.

Fundación y primeros años

La orden se formó en torno a 1119, cuando siete caballeros, liderados por un caballero noble francés de Champaña, Hugh de Payns, juraron defender a los peregrinos cristianos en Jerusalén y la Tierra Santa, para lo que creó una hermandad que adoptó votos monásticos, incluido el de pobreza, y cuyos miembros vivían juntos según un código de conducta establecido. En 1120, Balduino II, el rey del reino de Jerusalén, que gobernó de 1118 a 1131, entregó a los caballeros su palacio, la antigua mezquita de Aqsa en el Templo del Monte de Jerusalén, para que lo usaran a modo de sede. El edificio se conocía comúnmente como "El templo de Salomón", por lo que a la hermandad pronto se la empezó a llamar "la Orden de los Caballeros del Templo de Salomón, o simplemente "templarios".

Fueron reconocidos oficialmente como orden por el papa Honorio II (1124-1130) en el Concilio de Troyes en enero de 1129. Fue la primera orden militar en crearse, y en un principio se los consideraba como una rama de los monjes cistercienses. En 1145, los caballeros de la orden recibieron permiso para llevar en manto con capucha blanco que los cistercienses habían hecho suyo. Los caballeros adoptaron pronto su distintiva capa blanca y empezaron a usar la insignia de la cruz roja sobre un fondo blanco. La doctrina religiosa no presentaba ningún impedimento a la lucha, siempre y cuando fuera por una causa justa: las cruzadas y la defensa de la Tierra Santa era exactamente ese tipo de causa. Así que la orden recibió el respaldo oficial de la Iglesia. La primera gran batalla en la que participaron los caballeros templarios fue en 1147 contra los musulmanes durante la segunda cruzada (1147-1149).

LA ORDEN RECIBÍA DONACIONES DE TODO TIPO, PERO LAS MÁS COMUNES ERAN DINERO, TIERRAS, CABALLOS, EQUIPO MILITAR Y COMIDA.

La orden creció gracias a las donaciones de los simpatizantes que reconocían la importancia de su papel como defensores de los pequeños estados cristianos de Levante. Otros, desde los más pobres hasta los más ricos, daban lo que podían simplemente por asegurarse una buena vida tras la muerte y, como se podía mencionar a los donantes en las misas y las oraciones, puede que también buscaran una vida mejor en el presente. La orden recibía donaciones de todo tipo, pero las más comunes eran dinero, tierras, caballos, equipo militar y comida. A veces también se donaban privilegios, lo que permitía a la orden ahorrar en sus propios gastos. Los templarios también invertían el dinero en comprar propiedades que producían ingresos, con lo que acabaron poseyendo granjas, viñedos, molinos, iglesias, pueblos y cualquier otra cosa que considerasen una buena inversión.

Otra manera de aumentar las arcas de la orden era gracias a botines y tierras adquiridas como resultado de campañas victoriosas, además de que también podían exigir tributos a las ciudades conquistadas, las tierras bajo el control de los castillos templarios, y los estados rivales más débiles en Levante. Con el tiempo, la orden pudo establecer centros secundarios en la mayoría de estados de Europa Occidental, que se convirtieron en fuentes importantes de ingresos y de reclutas.

Seal of the Knights Templar
Sello de los Caballeros Templarios
Unknown Artist (Public Domain)

Puede que el dinero entrara a espuertas desde todos los rincones de Europa, pero también tenían que hacer frente a un alto coste. Mantener a los caballeros, sus escuderos, sus caballos (a menudo cada caballero tenía cuatro), su armadura y el resto del equipo drenaba las finanzas de los templarios. También tenían que pagar impuestos al Estado, hacer donaciones al papado, y a veces pagar diezmos a la iglesia, además de otros pagos a las autoridades locales, mientras que realizar misas y otros servicios tampoco era nada barato. Los templarios también tenían un propósito caritativo, y se suponía que tenían que ayudar a los pobres. Una décima parte del pan que producían, por ejemplo, se repartía entre los necesitados a modo de limosna. Por último, los desastres militares tenían como resultado las pérdidas tanto de hombres como de propiedad en cantidades enormes. No se conocen con exactitud las cuentas de los templarios, pero es bastante probable que la orden nunca fuera tan rica como todo el mundo cree.

A partir del siglo XII, los templarios ampliaron su influencia y lucharon en las campañas cruzadas en la península ibérica, en la Reconquista, para varios gobernantes españoles y portugueses. También operaron en las cruzadas bálticas contra los paganos, y para el siglo XIII los caballeros templarios tenían tierras desde Inglaterra hasta Bohemia y se habían convertido en una orden militar verdaderamente internacional, con muchísimos recursos a su disposición: hombres, armas, equipo y una importante flota naval. Los templarios habían establecido un modelo que sería copiado por otras órdenes militares como los caballeros hospitalarios y los teutónicos. Pero hay un área en la que los templarios realmente destacaron: la banca.

Banqueros medievales

Como los lugareños las consideraban lugares seguros, las comunidades y los conventos templarios se convirtieron en depósitos de dinero, joyas y documentos importantes. La orden tenía sus propias reservas de dinero en efectivo, que, ya desde 1130, se aprovecharon como préstamos con intereses. Los templarios llegaron incluso a permitir a la gente depositar el dinero en un convento y, siempre y cuando pudieran presentar la carta adecuada, a transferirlo y retirar el dinero equivalente de otro convento diferente. Otro de sus servicios bancarios primitivos consistía en que la gente podía tener lo que hoy en día se llama una cuenta corriente con los templarios, en la que pagaban depósitos regularmente y acordaban con los templarios el pago, de parte del titular, de una suma fija a quienquiera que nombrara el titular. Para el siglo XIII, los templarios se habían convertido en unos banqueros lo suficientemente competentes y de confianza como para que los reyes de Francia y otros nobles mantuvieran su tesorería con la orden. Los reyes y los nobles que partían a las Cruzadas a la Tierra Santa, para poder pagar a sus ejércitos en el momento y suministrar provisiones, a menudo adelantaban grandes sumas de dinero en efectivo a los templarios para poder retirarlas una vez llegados a Levante. Los templarios incluso prestaban dinero a los gobernantes y así se convirtieron en un elemento importante de la estructura económica cada vez más sofisticada de la Europa medieval.

Organización y reclutamiento

Los reclutas provenían de toda Europa Occidental, aunque Francia fue la fuente más importante. Estaban motivados por un sentido de obligación religiosa a defender a los cristianos de todas partes, pero especialmente de la Tierra Santa y los lugares sagrados, como penitencia por los pecados cometidos, o como una manera de asegurarse la entrada al Cielo, o por razones más mundanas como la búsqueda de aventura, las ganancias personales, la promoción social o sencillamente unos ingresos regulares y comidas decentes. Los reclutas tenían que ser hombres libres e hijos legítimos, y si querían convertirse en caballeros medievales, a partir del siglo XIII tenían que ser descendientes de caballeros. Aunque era raro, un hombre casado podía unirse a la orden siempre y cuando la esposa estuviera de acuerdo. Se esperaba que muchos reclutas hicieran una donación importante al entrar en la orden, y como las deudas estaban muy mal vistas, la situación económica del recluta ciertamente era un aspecto a tener en cuenta. Aunque algunos menores se unían a la orden, por supuesto enviados por sus padres con la esperanza de que un hijo menor que no iba a heredar nada recibiera un entrenamiento militar útil, la mayoría de los reclutas tenían entre 20 y 30 años. Algunos reclutas se unían más adelante. Un ejemplo es el gran caballero inglés Sir William Marshal, que murió en 1219 y que, al igual que muchos nobles, se unió a la orden justo antes de morir, le dejó dinero en su herencia y fue enterrado en la iglesia del Templo, en Londres, donde todavía se puede ver su efigie.

Temple Church, London
Iglesia del Temple, Londres
John Salmon (CC BY-SA)

Dentro de la orden había dos rangos: caballeros y sargentos, y en el segundo rango estaban incluidos los seglares y el personal civil. La mayoría de reclutas pertenecía al segundo rango. De hecho, el número de caballeros dentro de la orden era sorprendentemente pequeño. Puede que en cualquier momento dado no hubiera más de unos pocos cientos de monjes templarios, aunque en periodos de guerras intensas puede que el número ascendiera hasta los 500. Estos caballeros habrían estado superados por mucho por los demás soldados que usaba la orden, como la infantería (los sargentos o reclutas de tierras vasallas) y los mercenarios (especialmente arqueros), así como escuderos, porteadores y demás personas no combatientes. Entre los demás miembros de la orden se contaban los sacerdotes, los artesanos, los peones, los sirvientes e incluso algunas mujeres miembros de conventos afiliados.

LA ORDEN ESTABA DIRIGIDA POR EL GRAN MAESTRE, QUE ESTABA EN LA CIMA DE UNA PIRÁMIDE DE PODER. LOS CONVENTOS SE AGRUPABAN EN REGIONES GEOGRÁFICAS CONOCIDAS COMO PRIORATOS.

La orden estaba dirigida por el Gran Maestre, que estaba en la cima de una pirámide de poder. Los conventos se agrupaban en regiones geográficas conocidas como prioratos. En las zonas turbulentas como el Levante, había muchos conventos en castillos mientras que en otras partes se establecían para controlar las áreas en manos de la orden. Cada convento estaba regido por un "preceptor" o "comandante", que respondía al jefe del priorato en el que se encontraba el convento. Las cartas, los documentos y las noticias viajaban de un convento a otro, todos con el sello de la orden (normalmente dos caballeros en un solo caballo) para fomentar cierta unidad entre las distintas ramas distantes. Los conventos normalmente enviaban un tercio de sus ingresos a la sede de la orden. El Gran Maestre vivía en la sede de Jerusalén, y después en Acre a partir de 1191 y en Chipre desde 1291. El Gran Maestre tenía el apoyo de otros oficiales de altos cargos como el Gran Comandante y el Mariscal junto con otros funcionarios de menor importancia encargados de suministros como la ropa. De vez en cuando se celebraban encuentros de los representantes de toda la orden y parece que también de las secciones provinciales, pero parece que los conventos locales disfrutaban de una gran autonomía, y solo se llegaron a castigar las faltas graves.

Uniforme y reglas

Los caballeros hacían votos al ingresar en la orden, como en un monasterio, aunque no eran tan estrictos ni estaban restringidos a permanecer siempre dentro de la vivienda comunal. La promesa de obediencia al Gran Maestre era la más importante que hacían, acudir a las misas era obligatorio, así como el celibato, y se daban por supuestas las comidas en común (estas comidas contaban con carne un día sí y otro no). No estaban permitidos los placeres terrenales, entre los que se contaban los pasatiempos tan característicos de caballeros como la caza y la cetrería o llevar la ropa llamativa ni las armas por las que eran célebres los demás caballeros. Por ejemplo, a menudo los cinturones eran de decoración, pero los templarios llevaban un simple cordel de lana que simbolizaba su castidad.

Los templarios también llevaban una sobrevesta blanca sobre la armadura, como ya se ha mencionado, con una cruz roja en el lado izquierdo del pecho. La cruz roja también se llevaba en la librea de los caballos y en la bandera de la orden. Con esto se distinguían de los caballeros hospitalarios, que llevaban una cruz blanca sobre fondo negro, y de los caballeros teutónicos, que llevaban una cruz negra sobre un fondo blanco. En contraste, los escudos de los templarios normalmente eran blancos con una tira ancha negra en la parte superior. Los sargentos llevaban una túnica o capa marrón o negra. Otra característica que distinguía a los templarios era que todos tenían barba y llevaban el pelo corto (para los estándares medievales).

Los caballeros ordenados podían tener sus propiedades personales, móviles o fijas, a diferencia de otras órdenes militares. Además, también eran algo menos estrictos en cuanto a los ropajes: los templarios tenían permitido llevar lino en primavera y verano, no solo lana, cosa que seguro agradecían los miembros de climas más templados. Si no se seguía alguna de las normas de la orden, conocidas en conjunto como la Regla, los miembros recibían un castigo que podía ir desde la retirada de privilegios hasta los latigazos o la cárcel de por vida.

Las cruzadas

Como eran hábiles con la lanza, la espada y el arco, además de tener armaduras buenas, los templarios y otras órdenes militares eran los que estaban mejor entrenados y equipados de cualquiera de los ejércitos de cruzados. Por este motivo, a menudo se los enviaba a defender los flancos, la vanguardia o la retaguardia de cualquier ejército en movimiento. Los templarios eran especialmente conocidos por sus disciplinadas cargas a caballo en grupo que, cuando marchaban en formación cerrada reventaban las líneas enemigas creando el caos para que las tropas aliadas aprovecharan la confusión y avanzaran. También eran muy disciplinados en la batalla y en el campamento, y tenían penas severas para cualquier caballero que no siguiera las órdenes, incluida la expulsión de la orden por perder la espada o el caballo por descuido. Dicho esto, a veces a los comandantes de las cruzadas les podía resultar difícil controlar a la orden en conjunto, ya que a menudo eran las tropas más ansiosas y fervientes por ganarse el honor y la gloria.

Richard I Marches to Jerusalem
Ricardo I marchando a Jerusalén
James William Glass (Public Domain)

En muchas ocasiones los templarios estuvieron encargados de defender pasos importantes como el del Amanus, al norte de Antioquía. Se apoderaron de tierras y castillos que los estados cruzados no podían mantener por falta de personal. También construyeron los castillos destruidos, o construyeron nuevos, para defender mejor el oriente cristiano. Los templarios tampoco se olvidaron nunca de su función original como protectores de los peregrinos, y se hicieron cargo de muchos fuertes pequeños a lo largo de las rutas de peregrinos en el Levante, o actuaron como guardaespaldas.

A pesar de que participaron en muchas victorias como la del asedio de Acre en 1189-91, Damietta en 1218-19 y Constantinopla en 1204, también hubo importantes derrotas por el camino, y su reputación marcial era tal que los templarios esperaban ser ejecutados si los capturaban. En la batalla de La Forbie en Caza en octubre de 1244, un ejército ayubí derrotó a un gran ejército latino y mataron a 300 caballeros templarios. 230 templarios capturados fueron decapitados tras la batalla de Hattin en 1187, en la que ganó el ejército de Saladino, sultán de Egipto y Siria, que gobernó de 1174 a 1193. Como era costumbre en la época, se pedía un rescate a cambio de los miembros más importantes de la orden. Tuvieron que renunciar al castillo templario en Gaza para lograr la liberación del Maestre, capturado tras esa misma batalla. La batalla de El Mansurá en Egipto en 1250 fue otra derrota importante durante la séptima cruzada (1248-1254.) Sin embargo, la importante red de conventos que tenían siempre parecía capaz de reponer cualquier pérdida material o de personal.

Críticas, juicio y abolición

Como en gran medida imponían su propia ley y eran una amenaza militar potente, los gobernantes occidentales empezaron a desconfiar de las órdenes militares, especialmente cuando empezaron a acumular una gran red de tierras y reservas de dinero. Al igual que otras órdenes militares, los templarios también habían sido acusados desde hacía tiempo de abusar de sus privilegios y extorsionar el máximo beneficio de sus negocios. Fueron acusados de corrupción y de sucumbir al orgullo y la avaricia. Quienes los criticaban decían que llevaban una vida muy fácil y se gastaban el dinero que bien podía servir mejor para mantener a las tropas de la guerra santa. También se los acusó de malgastar recursos para competir con otras órdenes rivales, especialmente los hospitalarios. Por último, también estaba el argumento que decía que monjes y guerreros no eran una combinación compatible. Algunos incluso reprendían a la orden por no tener interés por convertir a los musulmanes, limitándose a eliminarlos. La mayoría de estas críticas estaban basadas en la falta de conocimiento de los asuntos de la orden, en una exageración de su riqueza real y en un sentimiento general de envidia y desconfianza.

Miravet Castle, Spain
Castillo de Miravet, España
PMRMaeyaert (CC BY)

Para finales del siglo XIII, muchos consideraban que las órdenes militares eran demasiado independientes, y que la mejor solución sería amalgamarlas en una única orden para que la Iglesia y los gobernantes individuales de cada estado pudieran controlarlas mejor. Después, a partir de 1307, empezaron a circular acusaciones mucho más serias sobre los templarios. Se decía que negaban de Cristo como Dios, de la crucifixión y la cruz. Había rumores de que parte de la iniciación en la hermandad consistía en pisotear, escupir y orinar en un crucifijo. Estas acusaciones se hicieron públicas, especialmente en Francia. El clero ordinario también tenía celos de los derechos de la orden, tales como el enterramiento, que podía ser un negocio suplementario lucrativo para cualquier iglesia pequeña. La clase política y religiosa empezó a unirse para destruir a los templarios. La pérdida de los estados cruzados en el Levante en 1291 puede que fuera el desencadenante, aunque muchos todavía habrían pensado que sería posible recuperarlos, y para ello hacían falta las órdenes militares.

El viernes 13 de octubre de 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó arrestar a todos los templarios de Francia. Sus motivos siguen sin estar claros, pero los historiadores modernos sugieren como posibilidades la amenaza militar de los templarios, el deseo de adquirir riqueza, la oportunidad de ganar una ventaja política y prestigio sobre el papado e incluso que Felipe se creyera realmente los rumores sobre la orden. Además de negar a Cristo y deshonrar la cruz, también fueron acusados de promover las prácticas homosexuales, los besos indecentes y la adoración de ídolos. En un principio, el papa Clemente V (que estuvo en el cargo de 1305 a 1314) defendió este ataque sin confirmar de lo que era, al fin y al cabo, una de sus órdenes militares, pero Felipe logró extraer confesiones de varios templarios, incluido el Gran Maestre, Jacques de Molay. El resultado fue que el papa ordenó arrestar a todos los templarios de Europa Occidental y requisar sus propiedades. Los templarios no pudieron resistirse, excepto en Aragón, donde varios consiguieron aguantar en sus castillos hasta 1308.

Después hubo un juicio en París en 1310, tras el cual 54 hermanos fueron quemados en la hoguera. En 1314 el Gran Maestre de la orden, Jacques de Molay, y el preceptor de Normandía, Geoffrey de Charney, también fueron quemados en la hoguera, de nuevo en París, aunque el primero seguía manteniendo que era inocente cuando lo llevaban a la hoguera. Sin embargo, el destino de la orden en conjunto se decidió en 1311 en el Concilio de Vienne. Durante este concilio se tuvieron en cuenta las investigaciones realizadas durante los tres años anteriores sobre los asuntos de la orden en toda Europa, así como las confesiones (que probablemente se lograron mediante torturas), que eran algo irregulares: la mayoría de los caballeros de Francia e Italia, y tres ingleses, admitieron todos los cargos, pero ninguno lo hizo en cuanto a las acusaciones más serias en Chipre y la península ibérica. Un grupo de caballeros convocado a escuchar su defensa, de hecho no fue convocado en su momento, y el papa declaró oficialmente el fin de la orden el 3 de abril de 1312, aunque la razón fue la dañina pérdida de su reputación más que cualquier veredicto de culpabilidad. Nunca se presentaron las pruebas físicas de las acusaciones: ni registros, ni estatuas de ídolos, ni nada. Además, muchos caballeros se retractaron después de sus confesiones incluso estando ya condenados y cuando ya no servía de nada.

Se jubiló a la mayoría de los caballeros templarios y se les prohibió volver a unirse a ninguna orden militar. Muchas de las posesiones de los templarios pasaron a los caballeros hospitalarios por orden del papa el 2 de mayo de 1312. Sin embargo, gran parte de las tierras y el dinero acabó en los bolsillos de los nobles, especialmente en Castilla. El ataque a los templarios no tuvo mayor efecto en las demás órdenes militares. El debate para combinarlos a todos en una sola unidad no llegó a nada, y la orden de los caballeros teutónicos, que probablemente se merecían las críticas más que ninguna otra orden, se salvó por sus estrechas conexiones con los gobernantes laicos alemanes. Los caballeros teutónicos trasladaron su sede de Viena a Prusia, que era más remota, mientras que los caballeros de hospitalarios fueron astutos al desplazar su sede a Rodas, donde tendrían más seguridad. Ambos traslados ocurrieron en 1309 y probablemente aseguraron la existencia continuada de las órdenes de una manera u otra hasta la actualidad.


Templarios en España

    Bitácora del capitán ADvK... 

        Fecha estelar 20123.

   A raíz de estar buscando una historia seria de los Templarios, terminé topándome con una serie de artículos (algunos los he publicado) y consiguiendo algunas organizaciones "templarias" que operan en España. Me pareció interesante colocar una pequeña muestra de ellas.

   En España he encontrado cinco asociaciones "templarias" que me han llamado la atención (extraigo algunas partes de sus páginas para mostrarlas)

ORDO SUPREMUS MILITARIS TEMPLI HIEROSOLYMITANI resumido en Templarios de España

O.S.M.T.H. Espana

No confundir con la OSMTJ (al final del artículo)

Quienes somos

  • Somos una asociación benéfica sin ánimo de lucro.
  • Nuestros principios templarios como cristianos es la de ayuda a todo ser humano socialmente desplazado o con características físicas o psicológicas que produzcan su marginación de la vida social.
  • Fomentamos la cooperación para la restauración y conservación de los enclaves y monumentos históricos de nuestro país.
  • La expresión de solidaridad es la máxima que junto al respeto, educación, caballerosidad y las virtudes templarias forman parte de nuestros valores.

Comunicado

Non Nobis Domine, non Nobis, sed Nomini Tuo da Gloriam

 Comunicado del Preceptor para todo aquél que esté interesado en formar parte del Temple

 Como Preceptor me encantaría poder servirte de guía en el proceso de ingreso a la Orden, por lo que espero que te sean de utilidad las siguientes palabras.

 Es fácil y no necesariamente costoso ya que nosotros hablamos con hechos, no sólo con palabras. Para iniciar el proceso de ingreso y formación posterior se hace necesario cumplir con un mínimo de condiciones que son:

  • Ser cristiano bautizado.
  • Mayor de edad.
  • Certificado de Penales.
  • Compartir y defender los valores fundacionales del cristianismo, tales como la defensa del débil, del oprimido, de la libertad, de la justicia y la unidad indivisible de la Patria.
  • Profesar la doctrina cristiana.

 Una vez solicitada la afiliación, cumplimentados los documentos que te solicitaremos y aprobada por el Consejo Prioral, llegará el momento de la formación, estudio e interiorización de la real historia del Temple. Tambien habrá otros temas sumamente interesantes, que te llevarán al mismo portal del Templo. Para acceder al siguiente nivel, debes ganarte el derecho y eso, tan sólo se logra mediante méritos, los cuales se adquieren a través de la disciplina, trabajo, esfuerzo y acción social en favor de quien más lo necesita.

 Dependiendo de tu trabajo y servicio a los demás y a la Orden, llegará la invitación a ser investido y, si es que esto no llegara, es que no se están haciendo los méritos suficientes para formar parte de la Orden.

 No olvides que...

  • "La Orden elige a sus caballeros. No al revés".
  • "La Orden no se basa en la cantidad, sino en la calidad".
  • "A la Orden no se accede con dinero, se gana el derecho con méritos".
  • "La Orden, históricamente, se dedica a ayudar a quien nos necesita".
  • "Los Caballeros y Damas se construyen en el trabajo, aprendizaje, disciplina y orden".
  • "En la Orden no existen atajos, sino caminos, y solo por ellos se puede avanzar".

 Nosotros no vendemos diplomas, discursos ni ceremonias.

 Todo en la Orden se logra en base a los méritos, de modo que, si alguno ha pensado que el dinero tiene algo que ver aquí, está muy equivocado y creer que un manto blanco, una cruz al cuello… hace al Templario, también está equivocado.

 Otro punto importante es que la Orden, no tiene nada que ver con la masonería tradicional ni viene de ella y todo novicio ha de renunciar de forma expresa y escrita a todo género de masonería.
 Maneja su propio rito, denominado Rito Templario, y todo aquel que desee incorporarse a la Orden, debe entender ese aspecto y sujetarse a la regla como cualquier miembro; entendiendo que no hacemos distinción por sexo raza o condición.

 Cada grado permite acceder a determinados niveles de conocimiento, por lo que no será posible saber más de lo que al grado atañe, y la pertenencia, va de la mano de las obras. Si no hay obras, aunque tengas grado, puedes no ser considerado a ahondar en mayores secretos. Todo llega por añadidura y a su debido tiempo, no antes.

LA ORDEN Y LA IGLESIA CATÓLICA

La Orden en la actualidad es soberana; somos católicos y ecuménicos critianos, y para su ingreso se exige creer en Dios. El ateísmo no está permitido en la Orden. Tampoco está excomulgada, ni es excomulgado el miembro pertenece a la Orden.

 Un elemento que valoramos mucho en la Orden es el respeto y la honestidad de los miembros.
 Dentro de la Orden, no está permitido hacer apología de política ni trato de otros asuntos profanos.
 El respeto y la cortesía es de caballeros, y es la mejor forma de comenzar una fraternal amistad.

 Sin respeto, no hay contacto. En el pedir… antes está el dar. Recuérdalo.

 Quedo a tu disposición permanente.





 

Temple CatólicoOrden de los Pobres Caballeros de Cristo (OPCC)Asociación Privada de Fieles de la Iglesia Católica ASO 106





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Tienen sedes en varios países

Algunos de sus textos:

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Somos Pobres Caballeros de Cristo, Católicos, sin otra pretensión que emular a los antiguos "Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Jerusalén" en sus virtudes cristianas enfocando estas en la ayuda a nuestro prójimo y al peregrino que busca en su caminar a Jesucristo.   

Somos Católicos, por tanto todas esas sectas y demás pseudo-ordenes que proliferan utilizando los símbolos de la Orden, no tienen nada que ver con nosotros, ya que NO somos ni esotéricos, ni brujos, ni masones, ni rosacruces, ni juanistas, ni martinistas, ni agnósticos... y un largo etc. que por desgracia abunda y mancha el buen nombre de los Pobres Caballeros  de Cristo

A la Orden se entra de Postulante, y se recibe una información que se divide en 7 partes, con su introducción vía correo electrónico.  Aquí no hay exámenes, solo recibirás información y conocerás un poco lo que es la Caballería, los Caballeros y las Órdenes de Caballería, así como reflexiones en Valores morales y cristianos.   

Una vez superado este paso previo, a los Postulantes se les evalúa con el conocimiento que se tiene de ellos y las aportaciones que realizan en la Academia, pasando si se les considera aptos y ellos así lo deciden también, a lo que se llama el Noviciado, siendo nombrado Escudero.

En el  Noviciado se recibirá de la misma forma una formación, que consta de 14 unidades, de la historia del Temple hasta nuestros dias e igualmente en valores morales y cristianos.  Una vez superado esta formación es cuando se nombra a una persona Sargento y es en este acto cuando se entra a formar parte de la Orden.

En el Sargentazgo recibirá  también  otra formación divida en 14  unidades,  y una vez superada esta fase es cuando se nombra a los hermanos Dama o Caballero de capítulo de la Orden.

Los designados realizan un trabajo denominado TFS (Trabajo de Fin de Seminario), el cual una vez confeccionado y si recibe el apto, pasara a la denominada fase de voluntariado, que se realizará en la propia Orden o en organizaciones públicas de la Iglesia.

Una vez acabado este periodo de un año, el Caballero o Dama de Capitulo, una vez que confecciona el "Practicum", está preparado para ser Investido, momento por el cual se convierte en Caballero o Dama de Gracia de la Orden.

El periodo total mínimo para poder ser nombrado e investido Caballero o Dama es de al menos dos años, tiempo estipulado así en nuestra Reglas Adaptadas y Actualizadas a los tiempos Eclesiales y de vida de las Órdenes de hoy, de San Bernardo de Claraval. No obstante, a criterio del Maestre de la Orden, este plazo se puede alargar o acortar en base a la preparación previa del Postulante, siendo examinado cada caso en particular.



+ Artículo 13.- Requisitos.

Los requisitos esenciales y fundamentales, pero no suficientes para la recepción en

la Orden, son los siguientes:

1- Toda persona propuesta para la admisión en la Asociación deberá ser un miembro

de la Iglesia Católica.

2- El aspirante deberá ser persona de irreprochable conducta, honor e integridad.

3- El aspirante deberá formular una solicitud y el Gran Consejo resolverá, con el Visto

Bueno vinculante del Consiliario.

4- Amor y respeto por la Patria (Nación, País o lugar en el que se ha nacido o al que

se pertenece por vínculos afectivos, históricos o jurídicos) y sentido respeto por las

Leyes del Estado y de los deberes cívicos.

5- Podrán ser también admitidos, con los requisitos establecidos en estos Estatutos y

en el Derecho, otros fieles bautizados en una Comunidad que no se halle en plena

comunión con la Iglesia católica, quienes, no obstante, deberán expresar la

aceptación de las decisiones que sobre la Asociación adopten sus órganos de

gobierno y la Autoridad eclesiástica competente.

6- Presentar solicitud de Admisión, acompañando los siguientes documentos

(...)

En nuestro caso el Noviciado implica la experiencia intensa de la vida religiosa y

seglar Caballaresca de los Pobres de Cristo en la que los novicios, fieles a su vocación

y siguiendo a Cristo, comienzan a vivir para Él y al servicio de la Iglesia, aprendiendo,

teórica y prácticamente, todo aquello que les encamina a vivir con sinceridad y

autenticidad como hermanos Frailes de la Milicia de Cristo.

FINALIDAD

a. Afianzamiento de la vocación: discernimiento teórico y experimental, asimilando

el espíritu del seguimiento de Cristo en la práctica de los consejos evangélicos.

b. Profundizar en el conocimiento de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo.

c. Conformar la mente y el corazón con nuestro carisma, estructura y misión.

d. Determinar la intención e idoneidad del Novicio para cuanto implica la vida

religiosa y militar de los Pobres Caballeros de Cristo.

e. Conseguir la preparación adecuada para ser Pobre Caballero de Cristo,

Caballero o Dama.



Los Templarios Católicos

Su sede principal (y el grueso de sus organizaciones) están en Italia. No me queda claro si tienen algún vínculo con la anterior.

En España están en Zaragoza y en Barcelona

Algunos de sus textos:

No hay nada por detrás, y todo al mismo tiempo. No hay poderes ocultos, francmasonerías más o menos desviados, potentados económicos o políticos, sectas extrañas dedicadas a ritos incluso más extraños. No hay solicitudes de bienes muebles o inmuebles pertenecientes al Antiguo Orden del Temple, o la voluntad de opresión contra los hermanos de las órdenes reconocidas de Malta y del Santo Sepulcro. En su lugar hay desinterés y la voluntad de llevar a cabo, junto con la Santa Iglesia Romana, un brillante camino de caballería cristiana y católica que conduce a Jesucristo, en el ejercicio de los valores eternos de nuestra tradición, inspirado por el ejemplo luminoso de los antiguos mártires de la Orden del Temple medieval. Existe la voluntad de pertenecer a un solo “grupo de poder”, que Cristo ha querido en la tierra: la comunión de los cristianos católicos, protegido por Nuestra Señora la Virgen María. Existe la voluntad de luchar con las armas de la oración y la acción caballeresca del sacrificio, todas las sectas, el satanismo, los operadores de mal, los vándalos de las propiedades de la iglesia, los explotadores de niños indefensos. Existe la voluntad de dar una colaboración efectiva en la vida cotidiana de los pastores de la Santa Romana Iglesia: sacerdotes, monjes, monjas, laicos consagrados, obispos y abades, cardenales y por encima de todo hay la voluntad de seguir nuestro Santo Padre Francisco. Existe el deseo de apoyar fraternalmente las actividades de las órdenes de caballería cristianas católicas, como la Soberana Orden Militar de Malta y la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, unidos en el ideal cristiano y en las acciones de testimonio de la verdadera Caballería, basadas en la acción y el sacrificio individual y colectivo. Por último, existe el deseo de escapar de la atracción del dinero, que sólo se utiliza como una mera herramienta para recuperar, junto con el trabajo que prestamos de forma gratuita, las antiguas iglesias abandonadas o profanados por el Adversario. Y todo esto es directamente verificable, y ha sido verificado por cualquier persona, religiosa o secular, que desee comprobar personalmente el viaje espiritual que se conduce entre los Templarios Católicos de Italia.  No hay nada por detrás, y todo al mismo tiempo.

Nos declaramos cristianos católicos apostólicos y apoyamos a la Santa Iglesia Romana. Reconocemos al Papa como guía supremo y, por lo tanto, sólo aceptamos a los católicos y a los que desean serlo.

Desgraciadamente, el nombre de «templario» se ha utilizado en la historia reciente para fines poco nobles o para novelas con poco interés histórico. Por ello, en aras de la transparencia y del testimonio público de la fe cristiana, todas nuestras acciones son públicas, verificables por los cardenales, obispos, abades y sacerdotes que nos conocen y apoyan nuestra labor, y atestiguadas por las numerosas fotografías en línea en la pagina web oficial, en la página de Facebook y en la cuenta de Twitter.

Puesto que estamos unilateral e indiscutiblemente del lado de la Iglesia de Roma y del Santo Padre, queremos señalar que la Iglesia nos acoge amorosamente y nos permite actuar libremente en muchas diócesis de Italia, como asociación privada de fieles (cánones 215, 216, 299 Código de Derecho Canónico).

Nuestra presencia en las diócesis italianas es expresión del derecho de los fieles a reunirse en asociación, derecho reconocido por el Concilio Vaticano II (cf. AA 19d, PO 9c) y por el Código de Derecho Canónico (cf. can. 215). Cuando los fines que se persiguen son los de la caridad y la piedad, o el incremento de la vocación cristiana en el mundo, los fieles tienen derecho a unirse con otros fieles y a actuar en el ámbito de la autonomía.

Somos una asociación privada de fieles establecida de acuerdo con los códigos 215, 216 y 299 del Código de Derecho Canónico. Nuestra realidad, inspirada en la antigua orden de los Pauperes Commilitones Christi Templique Salomonici, no pretende descender de ella y es, por tanto, una realidad diferente (esto se denota también por el hecho de que somos laicos y no monjes). Por lo tanto, no existe ningún vínculo con la antigua Orden de los Templarios (cualquier supuesto vínculo directo con la antigua Orden es ilegítimo y falso).

Además, el pergamino de Chinon encontrado en los archivos secretos del Vaticano en 2001 por la doctora Barbara Frale, que contiene las actas del proceso contra los templarios, demostró que en 1308 el papa Clemente V concedió la absolución sacramental al Gran Maestre Jacques de Molay y a los restantes templarios. El Papa les levantó la excomunión y la censura y finalmente los readmitió en la comunión de la Iglesia Católica.

[INTERESANTE LO QUE PONEN A CONTINUACIÓN]

El Papa Clemente V, para salvar a los inocentes caballeros, adoptó un «artificio» de derecho canónico, «suprimiendo la Orden administrativamente» y excomulgando ipso facto a quienes intentaran restaurarla. Esto significa que una nueva bula papal podría rehabilitarlo. Además, la excomunión indicada en la misma bula sólo fue confirmada por el siguiente papa (Juan XXII), pero no por los siguientes, por lo que ya no está activa (como es el caso de la masonería, que sigue excomulgada). Además, nos inspiramos en la Orden del siglo XVIII renacida en Francia, en forma laica y ya no monástica,  diferente de la antigua. Para más detalles, consulte la página dedicada.

En este sentido, el siguiente es un extracto de la opinión / juicio de Mons. Guido Ottria, Vicario judicial de corte eclesiástica perteneciente a ECCLESIASTICAL región de Piedmont REGIONAL ECCLESIASTICAL En personal de la Corte de Piedmont de primera y segunda instancia

«Legitimidad de la Orden y su Denominación

Legitimidad y conformidad. Los Caballeros Templarios de la Soberana Orden Militar del Temple – Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón (antigua definición) han sido readmitidos de facto en la comunión de los fieles cristianos católicos romanos, desde que la bula pontificia Vox in Excelso (emitida por el Papa Clemente V el 22 de marzo de 1312 y que excomulgaba a los Caballeros Templarios) fue eliminada del nuevo derecho canónico promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983.

Además: «El Código de Derecho Canónico promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983, en el canon 6, párrafo 1, nº 3, establece que cuando entre en vigor el nuevo Código, quedarán derogadas: «…leges poenales quaelibet, sive universales, sive particulares, a sede Apostolica latae, nisi in hoc ipso codice recipiantur» (…todas las leyes penales, tanto universales como particulares, promulgadas por la Sede Apostólica, si no se incorporan a este Código). El canon 58, párrafo 1, dice: «…un decreto singular cesa con el cese de la ley para cuya ejecución fue emitido». En cuanto a la excomunión impuesta a los Templarios por Clemente V, dada la forma en que el Papa la emitió, también se puede hacer referencia al canon 125, que declara nulo un acto jurídico puesto bajo coacción insuperable, y también al canon 126, que declara nulos los actos impuestos por ignorancia o error sobre la sustancia del acto. Por lo tanto, considero que la excomunión contra los Templarios es nula.

Alessandria, Sacre Ceneri 2008 (6 de febrero de 2008, n.d.r.).

En  fe, Monseñor Guido Ottria

Vicario general de la Diócesis de Alejandría «.

...


La Sociedad de Estudios Medievales Templespaña, que se aleja de las anteriores que quieren simular ser una orden, pero con todo el espíritu de la mismas, el predominio de los valores católicos y el deseo de que sea restaurada la Orden. Es una organización seria que la investigación sobre el tema templario.

Monasterio de Nuestra Señora del Olivar, Estercuel, Teruel, 15/XII/2001

templespana@templespana.org

Apdo. de Correos nº 1.362
28.800 - ALCALÁ DE HENARES, Madrid, España. 

Es un lugar interesante para todo aquel que uiera imbuirse en el tema, compartir e investigar, pero tiene un costo anual (membresía) para su funcionamiento, aunque sea una organización sin fines de lucro.

Templespaña únicamente reconoce al movimiento neotemplario como un fenómeno social moderno sin mayor relevancia, carente de legitimidad histórica o eclesiástica alguna, en tanto la Iglesia Católica, de la que formó parte la Orden del Temple, expresamente ha manifestado que ésta, habiendo sido canónicamente suprimida por bula papal en el siglo XIV, dejó de existir en ese momento y jamás ha vuelto a ser restaurada. Por consiguiente, al ser Templespaña una sociedad de estudios históricos, comprometida por tanto con la veracidad y el rigor, no sólo no comparte las pretensiones legitimistas de ciertos grupos neotemplarios, sino que los considera meros usurpadores o imitadores que ni son monjes ni guerreros ni por supuesto herederos o continuadores de los caballeros templarios del medievo, por lo que desde Templespaña no se duda en denunciar públicamente las farsas de carácter espurio, sectario o cuyo único objetivo es el engaño con fines lucrativos.

No obstante lo dicho, Templespaña aboga decididamente por la rehabilitación histórica de la Orden del Temple e incluso por su restauración eclesiástica, teniendo en cuenta que, para que tal cosa se produjera, debería ser por la necesidad imperiosa de recuperar su genuino carisma monástico-militar, pues no entendemos que tenga sentido alguno restaurarla meramente como una entidad de carácter civil y honorífico. Por ello, consideramos que corresponde únicamente a la Iglesia Católica, como institución que creó y suprimió la Orden del Temple, promover su restauración, ya sea desde las instancias de los Institutos de Vida Consagrada o de las Sociedades de Vida Apostólica y, en último término, con la aprobación canónica del Papa.   

Templespaña aún es una asociación joven, por lo que los servicios y prestaciones que ofrece se van paulatinamente implementando. No obstante, algunas de las ventajas de asociarse son:

  • Obtención de una acreditación como miembro numerario que servirá para acceder a todos los servicios prestados por la asociación, así como a modo de «pasaporte» a efectos exclusivos de reconocimiento ante cualquier socio, delegaciones territoriales o federaciones internacionales que puedan establecerse en diferentes países.

  • Recepción de documentación e información básica a través de las bases de datos de la asociación. Los miembros operativos, además de acceso a información y documentación más específica, podrán proponer sus proyectos, facilitándose en su caso, tras el estudio y aprobación por la Junta Directiva, los medios y la ayuda necesaria para llevar a cabo dichos proyectos.

  • Posibilidad de relacionarse con personas de intereses afines, de emprender trabajos en equipo o intercambios de cualquier tipo, tanto de forma personal a través de las reuniones periódicas, como de forma virtual a través de foros de debate públicos y privados.

  • La aplicación del ideal de servicio por todos los miembros de Templespaña en su vida privada, profesional y pública, promoviendo el conocimiento mutuo y la amistad.

  • Utilización de las bibliotecas y archivos, tanto virtuales como en los centros en que se vayan estableciendo.

  • Asesoramiento, custodia de documentos y consultoría en materia de investigación historiográfica, publicaciones y derechos de autor.

  • Edición de trabajos que posibilite la obtención de acreditaciones oficiales de investigador para consulta en bibliotecas y archivos históricos y otros organismos oficiales.

  • Cesión de algunos trabajos, tanto a estudiantes como a docentes, que puedan servir como materia de estudio y bibliografía de consulta.

  • Expedición de credenciales, cartas de recomendación en materia de estudio e investigación, referencias curriculares, ayudas para la concesión de becas, etc., atendiendo a los expedientes personales del interesado.

  • Promoción interna de los servicios profesionales y empresariales que desempeñen los miembros de Templespaña que así lo estimen, para seguridad y beneficio tanto de prestatarios como de prestadores. Para ello se estimulará la buena praxis como norma en los negocios y en las profesiones, el aprecio de toda ocupación útil y la dignificación de la misma en servicio de los compañeros y de la comunidad en general.

  • Descuento o gratuidad, según el caso, en las publicaciones que se editen y en las actividades culturales que se organicen.

  • Promociones y descuentos en servicios concertados con agencias de viajes, hoteles, albergues, restaurantes, museos, etc.

  • Fomento interno ocupacional, profesional, de ocio, etc.

  • Información a través de comunicados o boletines internos de todas las actividades y proyectos en curso o previstas de desarrollar.

En general, una de las cosas más importante que ha de tener presente quien decida asociarse, es que pasará a formar parte de una entidad seria y de reconocido prestigio en su ámbito de actuación, con espíritu y vocación de servicio, transparente en sus objetivos y gestiones, y conformada por un amplio equipo multidisciplinar de personas cuya meta es llegar a convertir a Templespaña en el referente nacional de la investigación historiográfica templaria, de la protección y defensa del patrimonio histórico-artístico medieval y templario en particular, y del fomento en la sociedad de los principios y valores que rigen la tradición templaria y caballeresca.   


Finalmente... quedan los que se autoproclaman los herederos de los templarios y tienen muy altas aspiraciones


La Orden Soberana y Militar del Temple de Jerusalén - CMI tiene la cuenta: comunicacion@osmtj.org

Los requisitos actuales para ser templario son:

  1. Ser cristiano bautizado.
  2. Mayor de edad.
  3. Historial penal impoluto (certificado de penales).
  4. Compartir los valores fundacionales del Cristianismo, especialmente la defensa del débil, del oprimido, de la libertad y de la justicia.
  5. Profesar el Cristianismo y renunciar de forma expresa y escrita a todo género de masonería por ser contraria a aquél.






Los "templarios" demandan al Papa y le exigen la rehabilitación de la orden, suspendida en el año 1312

Bitácora del capitán ADvK...
                                                Fecha estelar 20123.

 Este artículo es una copia del original y que comparto porque me parece que se les fue de las manos las exigencias que solicitan al Papa, consultado el 28/12/2023, desconozco el autor, fue publicado el 11/10/2023, en varios medios; yo lo copio de El Mundo (que me permitía copiarlo).
 Si vas a citar el artículo, hazlo de la fuente original. 
 Fuente: https://www.elmundo.es/cultura/2023/10/11/65267a62e9cf4a33748b4589.html

 

Los templarios demandan al Papa y le exigen la rehabilitación de la orden, suspendida en el año 1312

Reclaman que todos los templarios medievales asesinados sean considerados mártires y que se les autorice a formar "un ejército"

Un templario con su espada.
Un templario con su espada.BERNARDO DÍAZEL MUNDO

La Asociación Orden Soberana del Temple de Cristo, que afirman ser los templarios actuales, ha interpuesto una demanda de conciliación contra el Papa Francisco en la que le exige la rehabilitación de la orden, suspendida en el año 1312.

Los demandantes exponen en el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, que la orden fue suspendida "de manera ilegítima" en 1312 en el Concilio de Viena (Bula Vox Calamantis) "no en virtud de una sentencia judicial sino en virtud de una Ordenanza Apostólica por el Papa Clemente V" y aseguran que "esto fue un tremendo error presionado por el Rey Felipe el Bello".

Según precisan, la Orden fue disuelta a través de un "infame proceso sin aportación de pruebas" y "el número de caballeros a la fecha del arresto eran 15.300 de los cuales 650 fueron asesinados y 14.650 escaparon y su Gran Maestre Jacques de Molay quemado en la hoguera el día 18 de Marzo de 1314".

Por ello, demandan la "rehabilitación" de la Orden del Temple, denominada actualmente Orden Soberana del Temple de Cristo, aunque conocida popularmente como Orden de los Pobres Soldados de Cristo y del Templo de Salomón, u Orden Soberana del Templo.

Al mismo tiempo, los demandantes piden una compensación económica por la incautación de sus bienes que, según indican, "fueron entregados en su mayor parte a la Orden de San Juan del Hospital llamada de Malta".

Asimismo, entre otras reclamaciones, exigen que se reconozca el sacerdocio templario según el rito de Melquisedek; que se les autorice a levantar oratorios y capillas; que la colecta del día de San Bernardo en todas las parroquias sea para la Orden; que les entreguen los archivos del Vaticano sobre la Orden, y que se les devuelva la Iglesia de la Vera Cruz de Segovia.

Igualmente, reclaman que todos los templarios medievales torturados y asesinados sean considerados mártires y que se autorice a la Orden a formar "un ejército o cuerpo armado", y a "intervenir en conflictos religiosos y como mediador entre partes".

Los demandantes piden al Papa que proclame un Decreto que recoja todos estos acuerdos y que sea comunicado en todas las parroquias y conventos. También quieren que la Orden, una vez rehabilitada, solo dependa del Papa y no de la Curia ni del clero, como una prelatura personal, y reclaman una audiencia privada con el Pontífice.

No es la primera vez que la Orden Soberana del Temple de Cristo solicita su rehabilitación, ante el Vaticano o a través de diferentes demandas de conciliación y demanda de juicio ordinario. La última, según recuerdan, fue una demanda de conciliación con fecha 11 de enero de 2023 ante el Juzgado de Primera Instancia 73. Previamente, también presentaron sendas demandas de conciliación en 2005, 2006 y 2007, una demanda de juicio ordinario ese mismo año y un recurso de apelación en 2008.



Pequeño resumen de los Templarios y sus sombras

   Bitácora del capitán ADvK... 

        Fecha estelar 20123.

  Este artículo es una copia del original y que comparto por su interesante contenido (lo que en realidad me llamó la atención fue la aclaración del abanico de tipos de Orde del Templo que se plantean; el detalle sobre sus miembros y el refrán final), consultado el 28/12/2023, publicado en Aleteia el 16/5/2014.

   Si vas a citar el artículo, hazlo de la fuente original.

Fuente: https://es.aleteia.org/2017/05/26/la-verdad-sobre-los-caballeros-templarios/


Los Templarios: historia de una orden religiosa

Templari – es

© Public Domain

Aleteia Team - publicado el 16/05/14

Mucho más que la imagen caricaturística que ofrece la Literatura, los Templarios fueron una orden al servicio de los peregrinos

El profesor Franco Cardini, medievalista de la Universidad de Florencia, en el diario Avvenire del 27 de marzo, dedicó un largo artículo a los Templarios. Desde hace años es centro de las habladurías y pseudo investigaciones, allá donde la realidad es mucho más interesante: “Sobre la Orden del Templo, que fue disuelta por la autoridad del Papa Clemente V en 1312 pero que (a pesar del proceso inquisitorio contra la Orden por el impulso del Rey de Francia Felipe IV) nunca fue condenada, existen y conviven – medianamente mal, de todo el resto – una “leyenda rosa”, una “leyenda aurea” y una “leyenda negra”.

La primera los reconoce inocentes víctimas de la avidez de un rey que quería despojarlos de sus riquezas y de la cobardía de un papa que no se atrevió a defenderlos. La segunda los presenta como sabios, íntegros, valientes, poseedores de secretos y hasta misteriosamente sobrevivientes de la supresión y ocultamente aún presentes entre nosotros. La tercera los presenta violentos, soberbios, pecadores, sodomíticos, codiciosos, amigos de los sarracenos y hasta herejes y, por qué no, ya que estamos – nigromantes”.

Pero en realidad, ¿quiénes eran los Templarios? Cardini nos lo explica: “fueron una verdadera paradoja: no exactamente Religio, Orden monástica, sino Militia, Orden religiosa que admitía en sus filas de combatientes, a los Hopitalarios de San Juan de Jerusalén (hoy sobrevivientes como La Orden de Malta), a los Hospitalarios alemanes consagrados a María (los “caballeros teutónicos”) y a algunas Órdenes nacidas en el mundo báltico como también en la Península Ibérica.

Eran hijos de la necesidad: llamados a presidiar países en guerra y a enfrentar milicias no cristianas, pues mientras las fuerzas cristianas fuesen dramáticamente inferiores a la necesidad, debían combatir. Entre ellos habían hermanos que eran sacerdotes y asistían a su ministerio, pero también otros que eran milites, caballeros, es decir guerreros, y algunos otros todavía servientes, “sargentos”, hermanos “laicos” adeptos a los trabajos más humildes y cansados y a los servicios militares secundarios.

Obviamente, ningún Templario que fuera sacerdote podía tocar las armas ni pelear: pero los demás – aunque no fueran sacerdotes, eran realmente siempre “clérigos” – podían hacerlo. La Iglesia latina inventó la categoría del religioso – combatiente, en el ámbito cristiano completamente inédita (ejemplos de alguna manera análogos existen en el ambiente musulmán y budista): una paradoja a la cual las Iglesias orientales han siempre mirado con horror”.

Pero es a partir del Seiscientos o Setecientos que grupos intelectuales de carácter esotérico – y, a menudo adversarios de la Iglesia católica (presagios de la masonería) – han alimentado la leyenda como adherente y mito fundante y dado vida a esa pseudocultura que es el “templarismo”, hoy vuelto famoso por libros como el de Eco (El péndulo de Foucault) o de Dan Brown (El código da Vinci). “Se trata – concluye el profesor Cardini – de historietas sinuosas, aburridas y privadas de valor, de las que ya desde hace años ha sido demostrada la inconsistencia pero que, a pesar de todo, continuarán por mucho tiempo prosperando y circulando porque la madre de los imbéciles siempre está embarazada”.


Los Caballeros Templarios habían sido absueltos

  Bitácora del capitán ADvK... 

        Fecha estelar 20123.

  Este artículo es una copia del original y que comparto por su interesante contenido (lo que en realidad me llamó la atención es el descubrimiento del documento con que el Papa quería restaurar la Orden), consultado el 28/12/2023 del autor Miguel Pasturino y publicado en Aleteia el 26/5/2017.

   Si vas a citar el artículo, hazlo de la fuente original.

Fuente: https://es.aleteia.org/2017/05/26/la-verdad-sobre-los-caballeros-templarios/


La verdad sobre los Caballeros Templarios

Este artículo está reservado a los miembros de Aleteia Family
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Unholy Vault Designs

Miguel Pastorino - publicado el 26/05/17

¿Hay alguna relación entre la Orden del Temple y las sociedades secretas modernas?

Mucho se ha escrito y se dice hoy sobre ellos: nazis, masones, neognósticos y nuevas sectas esotéricas ostentaron ser herederos de los templarios.

La mayor parte de la literatura sobre la Orden del Templo es pura fantasía y leyendas con pretensión histórica. La verdad es que dejaron de existir siglos antes que naciera la masonería y las sociedades secretas europeas. Por lo cual, no hay ninguna conexión histórica real entre los templarios y el esoterismo moderno, aunque usen sus figuras cargándolas de misterio.

La persecución y destrucción de los Caballeros Templarios se produjo en el siglo XIV por iniciativa del rey Felipe IV de Francia (1268-1314). Éste, por intereses económicos y políticos, embistió con todo su poder a la Orden del Temple. Y el Papa Clemente V (1260-1314), que no estaba en Roma, sino en Avignon (Francia), era objeto de los caprichos del rey Felipe, quien lo controlaba políticamente.

La historia

La Orden de los Templarios, llamada también «Orden de los Pobres Caballeros de Cristo” o “del Templo de Salomón”, era católica; y no tenía nada que ver con los cátaros como afirman algunos, ni con sectas o herejías de la época. Surgieron en el contexto de las Cruzadas para defenderse del Islam y era simplemente una orden monástico-caballeresca católica.

Fue fundada en 1119 en Jerusalén por Hugo de Payens, tras la primera cruzada, con el ideal de defender Tierra Santa. Se conoce que tenían una muy buena organización administrativa y llegaron a poseer muchos bienes y a ser una de las instituciones más ricas de su tiempo.


Templari_Paris
By Matthew Paris - British Library Royal MS 14 C VII, fol 42v (bl.uk), Public Domain

Persecución

No están claras las verdaderas razones por las cuales el rey Felipe, llamado «el hermoso», de Francia, arremetió contra ellos con todo su poder. Algunos autores suponen que estaría endeudado con ellos o que deseaba acrecentar el tesoro real con las riquezas de la Orden. Todas las opiniones apuntan a un deseo de poder y control por parte del rey francés.

El viernes 13 de octubre de 1307 el rey Felipe ordena el arresto de todos los templarios en territorio francés acusados de herejía y comportamientos escandalosos. La detención de la Orden provocó la protesta del Papa Clemente V, pero el rey lo convenció con las confesiones obtenidas bajo tortura.

El Papa, presionado por el rey promulgó la bula Pastoralis praeminens que decretó la detención de los templarios en todos los territorios cristianos. El rey insistió y obtuvo una instrucción general para condenarlos a la hoguera a los que se retractaran de sus confesiones. Así, fueron ejecutados en 1310 en París. Finalmente, en 1312 el Papa suprimió la Orden definitivamente.

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Quema de los Templarios. Biblioteca Británica @Public Domain

¿Existieron Templarios después del siglo XIV?

Muchos sostienen que la orden habría sobrevivido durante varios siglos, sin embargo no hay rastros históricos de ellos ya en pleno siglo XV, aunque sí se hayan elaborado mitos y leyendas en torno a su figura, sobre todo entre masones y esoteristas. Massimo Introvigne, con gran detalle ha investigado y aclarado el tema:

“…Después de la supresión, la Orden sobrevivió algunos decenios fuera de Francia, pero a comienzos del siglo XV –como muy tarde– los Templarios habían desaparecido por completo. La tesis de que hayan subsistido en secreto la ha calificado Régine Pernoud (1909-1998), al igual que otros especialistas en historia medieval, como «enteramente demencial» y ligada a pretensiones y leyendas «necias sin excepción».

La idea de que los Templarios, oficialmente suprimidos, habrían proseguido clandestinamente su actividad hasta el siglo XVIII, se difunde sobre todo entre la masonería francesa y alemana.

Buscando legitimación

La masonería, nacida en Inglaterra, se presentó a sí misma como heredera –si bien a través de un proceso de reinterpretación filosófica y esotérica– de los gremios medievales de la construcción, que englobaban tanto a los arquitectos como a los simples albañiles.

Desde cierto punto de vista, se trataba de un origen demasiado «humilde», que la aristocracia de la Europa continental aceptaba con dificultad. De aquí que se elaborara la leyenda de los caballeros perseguidos que, para continuar sus actividades, se habrían «ocultado» en los gremios ingleses y escoceses de constructores libres. Y fue sobre todo en Alemania donde a estos caballeros misteriosos se les identificó con los Templarios. Este es el origen de los «grados templarios» de la masonería..”

La verdad es que no hay conexión histórica alguna entre los Caballeros Templarios y el esoterismo moderno.

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De Asidemore - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0

Sombrero de los Caballeros Templarios masones, principios del siglo XIX

Descubrimientos recientes

Durante mucho tiempo se acusó al Papa Clemente de perseguidor de los Templarios, pero en realidad fue sumiso al rey francés. Contra las falsas acusaciones al papado de Clemente V en el juicio a los Templarios que pueden leerse en incontables libros, hubo un reciente hallazgo.

El 13 de diciembre de 2001 se encontró en el Archivo Vaticano un documento pontificio, donde el Papa Clemente V absuelve de la condena a los Templarios un año después de abierto el proceso en Francia contra la orden. 

Según la investigadora y protagonista del hallazgo, Bárbara Frale, “fue un complot y el Papa intentó detenerlo con la absolución, pero no lo consiguió, porque el rey francés respondió con un proceso de brujería contra el anterior pontífice, Bonifacio VIII, y había un riesgo de cisma en la Iglesia de Francia”. En aquella época el monarca francés impuso finalmente su autoridad sobre la del papa. Cierto también es que la suspensión de la Orden no fue definitiva, el documento preveía restablecerla luego de su arrepentimiento, pero Clemente V murió y ningún pontífice la modificó.